Oral (Tema Livre)
1083-1 | En el nombre de los Derechos del Niño: Penalización de los niños e imaginarios de niñez en Chile y Argentina. | Autores: | Rodrigo Sepulveda (UCH - Universidad de Chile) |
Resumo En América Latina, en el contexto del término de las dictaduras militares, la ratificación de la Convención de los Derechos del Niño fue adherida con mayor entusiasmo que en otras regiones. Sin embargo, nos encontramos al mismo tiempo con una serie de reformas institucionales y jurídicas, que implican la entrada en acción de políticas de control penal y policial hacia los niños y niñas. El discurso público plantearía el surgimiento de nuevas necesidades de control, marcadas por la urgencia de generar herramientas eficaces para la implementación de políticas criminales ante una aparente demanda social de mayor penalización de los niños y jóvenes. Esto plantea la generación de nuevas formas de nombrar lo que es violento en los niños acorde a un nuevo imaginario de niñez.
A través del análisis de discurso, realizamos un contrapunto entre el discurso legislativo que propone penalizar a los niños y dos ejemplos de la literatura sobre el niño criminal en Chile y Argentina. El discurso legislativo se expresa en nuevas formas de penalización que se implementan a partir de 2007 en Chile y que actualmente se encuentra en trámite parlamentario en la Argentina. Por otra parte, en ambos países hay textos literarios donde se pone en juego un relato del imaginario del niño criminal. Los textos literarios ( “El niño proletario” de Osvaldo Lamborghini y “ “Criminal” de JaimePinos) se seleccionaron por su relación con el niño como criminal de una manera superlativa. Hablan de una niñez monstruosa o del orden del horror.
En nuestro análisis observamos que en las nuevas propuestas de sistemas penales se invoca la Convención de los Derechos del Niño para hablar de ellos en tanto sujetos de derechos. Sin embargo en esta operación se vacía el concepto de niño, que pasa a ser una categoría abstracta, una suerte de sujeto que desaparece al ser nombrado.
Por su parte la literatura nos entrega una aproximación a la figura fantasmática que el discurso jurídico enuncia, pese al enmascaramiento que genera la invocación a los derechos universales. Se trata del niño como sujeto criminal, destructor de la imagen sacralizada de infancia, cuando la literatura habla de él como figura ominosa.
Hablar de los niños criminales - hablar de y por ellos - permite paradojalmente desemascarar que se habla contra ellos. En este punto la literatura permite anticipar un imaginario instituyente, donde la niñez pierde las diferenciaciones clásicas respecto al mundo adulto. La niñez criminal constituiría lo no dicho del sistema penal supuestamente garantista. Queda en evidencia que la Convención de los Derechos del Niño, encubre hegemonías ideológicas, manifiestas en las interpretaciones jurídicas y legislativas. Al mismo tiempo hablar del niño criminal enuncia un malestar sintomático.
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